SWEET WEEKEND

Estoy deseando que llegue el otoño. Hace unos días, al contemplar el humeante puesto de castañas asadas situado en el inicio de la céntrica calle Sierpes de Sevilla, mientras el termómetro marcaba más de treinta grados, sufrí un shock. La imagen resultaba muy desconcertante y desubicadora, era como estar en un chiringuito de playa en plena Siberia invernal.

Algunos de vosotros diréis que me quejo de vicio. Sí ya sé, a las cuatro de la tarde ya tenéis la profunda noche encima y para salir a la calle tenéis que cargar con impermeables, gabardinas, cazadoras, paraguas y demás parafernalia otoñal. Pues os digo que no sabéis lo que os envidio. Lo he dicho al principio y lo reitero, estoy deseando que llegue el otoño, que huela a tierra mojada, que al pasear por el campo no acabe uno como un boquerón enharinado con el polvo del camino, de ver las hermosas sierras andaluzas de color verde intenso y sus arroyuelos llenos de agua y, por supuesto, disfrutar del calorcito de un cartucho de castañas asadas en las manos.

El caso es que este fin de semana, he intentado recrearme un ambiente otoñal a conciencia y ese es uno de los motivos de haber llamado "Sweet Weekend" a este post, aunque no el único. En primer lugar, para ir abriendo boca me fui a un concierto de Annie B. Sweet. Esta chica malagueña es puro susurro y sus canciones están plagadas de folk y melancolía otoñal. Me gustó mucho su dulce concierto en una pequeña sala local. He leído en la prensa musical que sin el fenómeno Russian Red, Annie B. Sweet nunca hubiera existido. Me parece muy radical hacer esa afirmación y es natural que siempre exista alguien que abra la brecha en un estilo concreto, ¿o no ocurrió lo mismo con el sonido Manchester a principios de los 90, después de que arrasaran grupos como Stones Roses? Tras su estela surgieron en UK muchas bandas similares y no por ello eran copias. A lo que íbamos, que Annie B. Sweet promete tener un gran futuro en esto de la música y aquí os dejo un trocito del video que grabé en el concierto. Espero que os guste.



La segunda parte de mi dulce fin de semana consistió en meterme en la cocina a hacer dos tartas otoñales, no una sino dos. Eso son ganas. Una de ciruelas y queso y la otra, la famosa tarta austriaca, la tarta Linz (con esta última he hecho una nueva versión con la mermelada de cerezas y canela que me regalaron en mi viaje al Valle del Duero, pues normalmente se hace de frambuesa, fresa o mora). Han salido muy ricas y apenas me he manchado el delantal, así que os dejo las imágenes y los enlaces con las recetas y las fotos del paso a paso, para aquellos aventurer@s de la cocina que quieran hacerlas.




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Tarta de ciruelas y queso, pinchar aquí para ver la receta y el proceso de elaboración en imágenes.

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Tarta Linz, pinchar aquí para ver la receta y el proceso de elaboración en imágenes.

Y ahora vuelta a la realidad, es otoño en tierras lejanas pero no aquí. Son casi las tres de la tarde y la temperatura sigue rondando los 30 grados. La ropa de otoño-invierno sigue hibernando en el baúl, aún no puedo llevar ni botas ni medias con lo que me gustan. Pero no todo van a ser quejas, ya que gracias a que aún no ha llegado ni el frío, ni los nubarrones amenazadores de lluvia, pude montar en piragua y disfrutar desde el agua de las márgenes del río Guadalquivir con sus sauces, chopos y álamos a todo lo largo, meterme arroyo Guadapín arriba entre zarzas y contemplar la Isla de los Pájaros en el centro del río repleta de martinetes y garcillas. ¿A qué ahora soy yo la envidiada? :-)



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Maria Muldaur - I've baked a cake

Maria Muldaur hace de todo, canta y compone  pop, rock, jazz, blues... Formó parte del movimiento folk de finales de los años 60. Tiene una gran voz y un excelente gusto. Una de las pocas cantantes blancas que puede interpretar lo que se le ponga por delante sin “quedar mal". Ecléctica, es la palabra que mejor la puede definir. En el tema de hoy interpreta un clásico de los años 50.

14 delikados susurros:

Claudia Hernández dijo...

Bueno, te entiendo, el otoño es una de las estaciones más hermosas del año. En Múnich ha llegado y lo estoy disfrutando...
En cuanto a la cantante, no la conocía: mola.

Y el piragüísmo, sí, qué envidia, amo las ciudades con ríos, y Sevilla es una de esas que tanto me gustan.

Claudia Hernández dijo...

P.D.: Se me olvidaba comentarte lo de las tartas: vaya curro, se ven realmente apetecibles!

arantxi dijo...

Te comprendo perfectamente, aquí en Barcelona ocurre lo mismo. Son las cuatro de la tarde y por la ventana de la oficina entra un solano insoportable. Yo también soy de las que prefieren el otoño, los jerseys de cuello alto y las botas de lluvia...mira hay gustos para todo.

(Magníficos pasteles!)

Delikat Essences dijo...

Ah Claudia que me gusta Munich, la Baviera y todo el Sur de Alemania en general. Yo viajaba antes mucho en mi anterior trabajo a Freiburg, aunque es una región bien distinta, y era una maravilla, en plena Selva Negra.

Arantxi es que ya van apeteciendo los jerseis mulliditos y el calorcito del edredón, a ver cuando es posible eso.

Delikat Essences dijo...

Aclaro que las imágenes del río Guadalquivir están tomadas en tierras cordobesas (a la altura de Villafranca del Guadalquivir). Se me vayan a enfadar los paisanos.

Sorokin dijo...

No voy a dejarme llevar por la envidia, que es un sentimiento malo, muy malo. En vez de eso, dejaré que mi alma y mi espíritu se llenen de compasión por vosotros ustedes, pobres sevillanos. ¡Criaturas! a treinta grados. ¡Pobrecicos! pudiendo estar tan felices como nosotros, a trece grados y con la suave caricia de una lluvia furibunda acompañada de un maravilloso viento que se lleva los sombreros y los paraguas. ¡Esto es vida! y no lo vuestro, cuanta razón tienes...

Delikat Essences dijo...

Vaya, pues creo que he invocado algo de otoño con mis quejas. He salido a tomar unas cervecillas al AIRE LIBRE (jeje) y se ha comenzado a nublar :-)

El Gabinete de las Maravillas dijo...

Prpbé escuchar a Annie B. Sweet...pero estoy loca por probar una de esas tartas!!No ha quedado nada para mi??

Delikat Essences dijo...

No te preocupes Cris, han sido devoradas, pero en un pis pas armamos otro par.

Sorokin dijo...

El asunto de las tartas me recuerda uno de mis errores palmarios en alemán. Viendo escaparates de confiterías,cafés, etc en Viena, veía la tarta de Linz de la que hablas aquí. Yo leía "Linzertorte" y creí que era tarta de lentejas (Linsen). Alguna vez lo comenté a alguien, con media sonrisa, como diciendo "estos austriacos están locos". Fui sacado de mi error entre gran recochineo.

Delikat Essences dijo...

jaja bueno algún día podríamos hacer una versión salada, una Linsentorte con su choricito de Jabugo, seguro que triunfaría.

Anónimo dijo...

Hi, I am listening to Anni B Sweet while I write this messege and she does sound like Russian Red, but I agree with you; she has her own personality and could have probably existed without Russian Red's success. I like the song "let's have a picnic". Congratulations for your delicate blog.

Delikat Essences dijo...

Thank you so much for your musical appreciation and yes, "Let's have a picnic" is a nice song.

Andy dijo...

Te doy toda la razón en tu comentario sobre Annie B Sweet. Los Stone Roses abrieron la brecha a la explosión de bandas pop-rock en los años 90.
Sin duda una banda mítica la de Ian Brown, una de mis preferidas de siempre.

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