Entre tajines y cuscuseras


"Conocer la forma y el porqué de la alimentación de los demás 
es una vía para comprenderlos y aceptarlos"

Said Ibn Abdusalam


Esta semana que hoy termina ha sido especialmente calurosa en el sur de la Península, pero si el sopor y la calina existentes no eran suficientes, me inscribí en un curso de cocina marroquí de cuatro días durante las horas de la sagrada siesta, para vérmelas entre los vapores de los tajines y las cuscuseras a pleno rendimiento. Al final la experiencia ha sido muy gratificante y provechosa, con ganas de volver a repetirla, sobreviviendo al calor, pues la cocina estaba perfectamente climatizada y las energías y sales minerales que perdía de camino a la "gastroaula" en bicicleta, eran rápidamente recuperadas tras comer los ricos platos que se elaboraban cada día.

El curso ha estado organizado por la Fundación Tres Culturas, dentro de un programa de talleres de cocina mediterránea que tiene previsto celebrar otros cursos culinarios de esta zona del planeta, como la gastronomía siria, israelí e italiana entre otras. Las plazas eran limitadísimas y por los pelos pude colarme entre los privilegiados alumnos que día tras día, fuimos aprendiendo un poco más de las tradicionales recetas de Marruecos. Era un mundo que no me era totalmente ajeno, pues hace años, antes de que existiera este blog, realicé una mágica travesía por todo el país en compañía de mis mejores amigos. Fue un viaje de esos que no se olvidan jamás, lleno de anécdotas divertidas y maravillosas, recorriendo de norte a sur todo el mapa marroquí, quedándonos sorprendidos por la amabilidad de sus gentes, por los preciosos paisajes del Valle del Dades, de la Garganta del Todra, del desierto del Sáhara... y por supuesto, por su rica gastronomía de la que disfrutamos plenamente. Luego os contaré una sufrida anécdota, convertida por el devenir del tiempo en divertida, que nos ocurrió en pleno desierto. 

Ingredientes listos para ser sabiamente mezclados

Retomando el tema del curso, éste tuvo lugar en las cocinas del Hotel Abba, situado muy cerca de la famosa calle Castilla de Triana, y su encantador chef de cocina, fue el encargado de intentar hacer de nosotros unos auténticos cocinillas en el mundo de las mil y una especias y de responder pacientemente a las miles de preguntas que sin parar hacíamos, ya fuera sobre el curso o sobre técnicas de cocina en general. Gracias David en nombre de todos.  Entre los platos que hemos elaborado están el conocido humus (la receta que yo solía hacer en casa era al estilo griego y el sabor del comino y la cebolla fresca en la marroquí me ha encantado); la laboriosa sopa harira que se suele tomar tras el ayuno del Ramadán, pues es muy reconstituyente y nutritiva pero con un largo proceso de cocción; la bissara (crema de habas, conocida como la sopa de los pobres), el zaaluk (riquísimo para el verano, también llamado caviar de berenjenas); los cuscús de pollo con tfaya (guarnición de cebolla caramelizada) y el de verduras con ternera; los tajines de cordero con ciruelas pasas y el de ternera con dátiles y almendras; la pastela (uno de mis platos preferidos de la gastronomía marroquí y de los que más ganas tenía de aprender a elaborar. Quedé encantada con la receta que hicimos, así que os la dejo escrita para quién quiera probarla); y finalmente, los típicos dulces marroquíes que acompañan al té. Como veis el curso ha sido muy completo y suculento y como regalo a todos los alumnos,  nos han entregado un cuidado libro con unas preciosas imágenes sobre Marruecos del fotógrafo belga de la agencia Magnum, Harry Gruyaert, precisamente cuando hace algunos días estábamos hablando de fotografía en el blog.

Os dejo algunas instantáneas del curso y de los platos elaborados.

En plena cocción de los tajines

Zaaluk o caviar de berenjenas

La pastela  (ver aquí receta)


Sopa harira o de Ramadán

Y ahora sí, paso a contaros una de tantas anécdotas que nos ocurrieron en el viaje por toda la geografía marroquí. A pesar de haber transcurrido varios años, en las reuniones de amigos todavía es un tema recurrente de broma la historieta. Nos encontrábamos en pleno ecuador del viaje, veníamos de visitar la fascinante Fez al norte y nuestro deseo era cruzar todo el país, para ir al sur y llegar hasta el desierto del Sáhara en la zona de frontera con Mauritania. Teníamos la intención de dormir en una jaima en el desierto, así que hicimos un alto en el camino para proveernos bien de agua, pues éramos cinco personas y ésta no debía faltar. Pues bien, cuando llegamos a nuestro alojamiento en Merzouga, el Auberge les Dunes d'Or (remanso de paz muy recomendable), los bereberes que nos llevarían hasta el corazón de la Gran Duna, nos dieron una serie de instrucciones y una de las personas de nuestro grupo fue la receptora de ellas mientras los demás dejábamos el coche y  las maletas en buen lugar... Sus palabras fueron las siguientes "han dicho que nos van a dar un litro y medio de agua por persona". "Ah magnífico", respondimos todos aliviados, sabiéndonos liberados de la pesada carga del agua. Cuando nos encontrábamos encima de los incómodos camellos, con la vista  nublada (dos horas de travesía), cegados por la intensidad del sol, deseosos de que repartieran ya esa bendita agua y a la ingenua pregunta de "¿cuándo nos la darán?", una voz ajena al grupo sentenció: "el agua no la van a dar, han dicho bien clarito que cada uno lleve un litro y medio por su cuenta". Mazazo total y ganas de estrangular a una persona en concreto. Quedaban más de 24 horas por delante hasta regresar de nuevo a tierra firme, a esa garrafa de 5 litros de agua que nos habíamos dejado en el maletero de nuestro coche...

Al principio, pudimos apañarnos con el agua que unos amables burgaleses nos iban cediendo a pequeños sorbos. Luego al llegar al campamento parecía que aquello no era para tanto, nos sirvieron la cena, un tajine de pollo y verduras, acompañada de litros y litros de azucarado té ("esto también es agua", me decía ilusa para mis adentros). Pero ay cuando se hizo la noche y todos nos refugiamos en nuestras jaimas, yo sólo tenía visiones de grandes cataratas de agua que caían, de botijos de agua fresquita que me empinaba sin parar a chorro... Lo pasé realmente mal, no recuerdo una situación tan extrema en mi vida, intentaba pensar en algo peor para consolarme, en algún mal de amores pasado, ¡pero no había manera! Yo veía que todos dormían a pierna suelta y no podía creerlo, ¿cómo iba a estar sin el líquido elemento hasta que al día siguiente regresáramos al albergue, después de otras dos horas de travesía? Hasta los camellos roncaban, pero ya me daba igual todo y comenzaba a perder la cabeza. Finalmente la necesidad hizo de mí una sibilina ladronzuela, salí de madrugada de la jaima en busca de agua, como una zombi me metí en todas las tiendas vecinas buscando desesperadamente. De pronto, sin saberlo, resulta que tenía rayos láser en los ojos y podía reconocer objetos y cuerpos en la oscuridad. Y por fin, gracias a mis nuevos superpoderes adquiridos y a la luz de la luna llena, allí estaba, una hermosa botella de litro y medio llenita para mí solita, brillando en el silencio de la noche. Ah cómo la disfruté por todos los dioses, hasta la última gota. A la mañana siguiente nadie se había percatado de nada, y pude reconocer en mis víctimas a unos sonrientes y confiados franceses que jamás reclamaron su valioso tesoro...

Nuestras sufridas y sedientas sombras

Resumiendo, Marruecos es un país maravilloso, así como su gastronomía, cuyos aromas y sabores están muy presentes en los fogones de Andalucía, sobre todo en su repostería; en segundo lugar, me apuntaría de buena gana a más cursos de cocina como éste; tercero, hay amistades a prueba de bomba y despistes  (más aún cuando la susodicha es prima hermana de la que suscribe...); y para finalizar, no os fiéis de las apariencias de nadie, por mucho disfraz delicado que lleven...


Pj Harvey - Down by the water

Pj Harvey es en realidad Polly Jean Harvey, cantautora inglesa de gran personalidad, con un rock directo y visceral que habla de temas como el sexo, el amor, la religión, el humor negro y la sensibilidad femenina. Todo un mujerón, inteligente, sensual y con mucho glamour. La canción de la entrada pertenece a su trabajo “To bring you my love” (1995), una de sus obras maestras.

19 delikados susurros:

Viena dijo...

Cómo me he reído con tu anécdota Delikat, así que ladronzuela en situaciones extremas, jajaja.
Dicen que el ayuno durante el Ramadán, precisamente recuerda lo necesario que es el alimento y la bebida y recuerda el placer que supone comer o beber ese sorbo de bebida cuando al ponerse el sol, se rompe el ayuno. Sobre todo, dicen, hace evocar a los que nada tienen para comer o beber y promueve la caridad y la generosidad hacia los demás. Imagínate, todo esto tirado por tierra, una teoría sin fundamento, porque tu, en condiciones de abstinencia, nada de nada, a valerse de las sombras de la noche para robar el agua jajaja. A propósito de sombras, he visto el enlace del fotógrafo belga a quien no conocía y la muestra de sus fotografías, me encantan, me gusta cómo juega con las sombras este hombre, lo que no sé es si será que es África, o se debe al estilo propio del fotógrafo, pero en la muestra se ve el protagonismo de las sombras, de las sombras y de la sombra en singular, incluso cuando ésta está ausente, es porque el personaje se convierte en un negativo que es todo en sí una sombra. Interesante fotografía para conocerla más. Siempre me han gustado los colores de Africa, así que he disfrutado de esa pequeña muestra.
Gracias.
En cuanto a tu curso, vale, a ver si te haces una experta y te vienes a mis clases para darnos a los alumnos y a mi un curso sobre cocina árabe. Me encanta y me encanta, eso es todo.
Un besazo.

Viena dijo...

Ah Delikat: olvidé decírtelo, el enlace de la pastela no funciona.
Otro beso.

Delikat Essences dijo...

Imaginate Viena, yo en Ramadán duraba menos que una pompa de jabón, que mal por Dios. El libro de fotografías que nos han regalado contiene alguna de esas de la web junto a otras, y es cierto lo que dices, es un artista de las sombras.

Gracias por avisarme, creo que ya he solucionado lo de la receta. Un besote,

Cris dijo...

Suena divertidísimo lo de curso, te envidio la capacidad que tienes de disfrutar de tantas cosas guapa. Por cierto, tienes que hacerme alguna de esas recetas tan sabrosas.

Sorokin dijo...

Ja ja ja, Madame Delikat, magnífica aventura la de "la Delikat voleuse" en pleno desierto. ¿Y no se sintió tentada vuestra merced de seguir por ese camino de delincuencia y aventura? ¿un collar de diamantes en vez de una botella de agua, como Marnie la ladrona? (soy un perdido adorador de Tippi Hedren).

Yo solo he estado tres veces en Marruecos. La primera vez que fuí, joven e inexperto, me perdí en la Medina de Fez al anochecer. Lo pasé mal, sólo veía rostros amenazadores, siniestros. Buff, me costó salir. Le tuve que pagar cien dirhams a un niño para que me sacara de allí. La segunda vez lo disfruté mas y no me perdí en ningún sitio. La última vez fui a Rabat el año pasado por asuntos del curro y, oh maravilla, descubrí el fabuloso vino tinto Gerrouane del dominio "Sahari". Altamente recomendable.

Saludotes

Delikat Essences dijo...

Monsieur Sorokin no había llegado a pensar en lo de profesionalizarme, ¿será que muy en el fondo, no soy tan mala persona? jeje Tampoco creo que diera mucho el pego, pues estoy lejos de ese look glacial y enigmático de las rubias que hacían chiribitas a Hitchcock.

No me extraña que se perdiera en la Medina de Fez, vaya laberinto. Me impresionó mucho más que la de Marrakech, menos influenciada por las modas occidentales, parecía el decorado de una película de la Edad Media. Realmente increíble.

Salam aleikum

Delikat Essences dijo...

Cris eso está hecho, cenita marroquí en cuanto llegue el fresquito.

Claudia Hernández dijo...

Me encanta la cita con que abres este post. Por cierto Marruecos es un viaje que también quiero hacer con mis amigos, debe ser magnífico.
En cuanto al menú, me parece riquísimo. Lo único que sé preparar es el humus, pero me tienta todos los que has nombrado y fotografiado.
Ah, me encanta como has cerrado la anécdota, jaja. Muy buena, creo que hubiese hecho lo mismo en tu lugar: dormir, no, soy obsesiva, agua, agua, agua, cómo sea.

Manon dijo...

Hola!
Antes de nada quiero decirte que me encanta tu blog. Llevo tiempo leyéndolo aunque creo que este es el primer comentario que dejo.
Y en cuanto a esta entrada, muy interesante y muy divertida. Yo también pasé algunas peripecias en ese desierto; afortunadamente el agua no fue problema y no me vi obligada a delinquir :-) Para mí lo peor fue el frío que hacía por la noche, pero se me olvidó al amanecer, con ese cielo espectacular.
Y la gastronomía marroquí, qué delicia. Esos platos tienen una pinta riquísima.
Saludos.

Delikat Essences dijo...

Gracias Manon por tus comentarios y por animarte a escribirnos algo. Me has recordado que he cometido la desfachatez de no hablar del amanecer en el desierto, impactante. Lo que ocurre es que con litro y medio de agua en el cuerpo y buscando una duna apartada, como que me distraje un poco... :-)

Veo que tienes un blog de recetas con una pinta riquísima, habrá que perderse entre tanta delicia.

Saludos,

Mer dijo...

A mi lo que me pierde es una mujer con sentido del humor. Menuda anécdota y vaya caña esa Pj Harvey.

Delikat Essences dijo...

Me estoy partiendo ahora de la risa de la vara de medir viajera de nuestro Monsieur Sorokin... "Yo sólo he estado tres veces en Marruecos" afirma y se queda tan pancho. Jaja Menos mal que puso vuesa merced el adverbio sólo delante y nos precisó antes de arrojar la cantidad. Genio y figura!

Delikat Essences dijo...

Mer el humor es cosa necesaria en hombres y mujeres e incluso en animales de compañía. Besotes

Delikat Essences dijo...

Claudia entonces como dicen en el pueblo de mis abuelos "estamos cortadas por el mismo patrón". A conseguir agua a toda costa, nada de esperas contemplativas.

Si te interesa alguna receta en concreto, aparte de la pastela, me lo dices y te las paso.

Saludazos,

Sorokin dijo...

Jua jua, Madame Delikat. Pues es verdad, sólo he estado tres veces aunque se diga en otros contextos que "tres es multitud", pero bueno, tal vez suene un poco chocante lo de "sólo" tres. En fin, en estas épocas en las que la transparencia está de moda, le diré la verdad: se me había olvidado que había estado el año pasado por motivos laborales porque es todo tan rrrrrápido. Llegas un domingo a Rabat, te vas corriendo a ver la Casbah de los Udaya, buscas un restaurante a toda prisa, etc y el lunes, hale, todo el día en una sala de reunión. Eso no es viajar, por eso se me había olvidado y claro, la frase empezaba "sólo he estado un par de veces, etc".

Si, hay que tener cuidado con los adverbios. La segunda vez que fuí a Moscú (hace ahora nueve años), iba con un jefe nuevo, un escocés que acababa de llegar al puesto. Naturalmente, empecé a enseñarle todo: San Basilio, el Kremlin, la Plaza Roja, etc... tan bien se lo expliqué, que sorprendido exclamó: "¡Oh!, pero ¿cuántas veces has estado en Moscú?". Me dió tanto corte tras todas esas muestras de erudición moscovita decirle que "sólo una", que le contesté "well, I don't know, one or two". Todavía me pongo colorado cuando me acuerdo.

Delikat Essences dijo...

Jeje gran verdad esa la de que los viajes de trabajo muchas veces no cuentan, eternas reuniones entre cuatro paredes, cuando uno lo que quisiera es estar fuera escudriñando hasta el último rincón. Yo viví una situación frustrante en Argentina, una semana y pico de reuniones incansables y con poquísimos escapes.

B a la Moda dijo...

Qué suerte! Me encantanría un curso de cocina marroquí. Tiene todo una pinta...


xoxo
B* a la Moda

Delikat Essences dijo...

Buenos días B a la Moda. Podríamos hasta sacar un look de inspiración marroquí ;-)

Unknown dijo...

Hola,

Soy Na-Ha de Hampstead Tea (http://www.hampsteadtea.com).

Este blog nos interesa por su contenido de calidad y 'delikado'. Quisiéramos saber si le interesa probar nuestros tés y escribir sobre ellos en su blog. Todos nuestros productos son orgánicos y de comercio justo.

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Le deseo un muy buen fin de semana, esperando tener noticias suyas pronto.

Saludos
Na-Ha

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