Alicia y las máquinas de mirar



La curiosidad del ser humano por crear imágenes en movimiento y con ellas producir ilusiones o intentar plasmar la realidad que vive, le ha llevado a lo largo de la historia a ingeniar un sinfín de cacharros, mecanismos y maravillosos artilugios. En esto ha consistido en parte la muestra “Maquinas de Mirar o cómo se originan las imágenes” que hemos podido disfrutar en Sevilla en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo durante casi 4 meses. Y digo en parte, porque la Expo ha tenido dos miradas distintas pero interrelacionadas entre sí. Por un lado, por primera vez en España, hemos podido admirar la legendaria colección de Werner Nekes, cineasta experimental alemán que posee una de la mejores colecciones del mundo de la historia material  de la producción de imágenes. Por otro lado, una exposición de artistas contemporáneos y su interpretación del mundo de la imagen, donde el espectador se convierte en muchas ocasiones en parte activa de la obra (geniales las "Spinning Heads " de los artistas británicos Tim Noble y Sue Webster).


Linterna mágica

La exposición me gustó tanto la primera vez que fui a verla que la he visitado una segunda en su último día, esta vez con mi cuaderno de notas para no perder detalle. En esta entrada os quería hablar sobre todo de las sensaciones que he experimentado viendo la maravillosa colección de Nekes, una muestra de alrededor de 200 piezas originales de todas las épocas, algunas de ellas con extraños nombrajos: desde los trampantojos, teatro de sombras chinas, las linternas mágicas, las cámaras oscuras, los caleidoscopios, los rotoscopios o maravillas giratorias, los juegos de anamorfosis,  los taumatropos... hasta llegar a  los primeros cinematógrafos. Me sentía como Alicia en el País de las Maravillas viendo esos extraños aparatos y  podía llegar a captar el espíritu que impulsó a los creadores a ir más allá, a no conformarse, a seguir investigando. La grandeza del ser humano cuando aplica su ingenio para avanzar y ampliar sus miras y con ello las de los demás.

Juego antiguo de anamorfosis

Algunas son piezas de gran belleza, otras extrañas y estrambóticas, pero todas han formado parte de la cadena creadora. Son cientos de ellas, pero quería centrarme sobre todo en las últimas que se ingeniaron en el siglo XIX hasta llegar a la primera producción de imágenes en pantalla. Es una pequeña gota de todo el mar que me gustaría compartir con vosotros.
 
Empecemos por el año 1829,  en el que aparece un aparato de complicado nombre denominado fenaquistiscopio, en griego quiere decir "espectador ilusorio". Inventado por Joseph-Antoine Ferdinand Plateau para demostrar su teoría de la persistencia retiniana, consistía en una sucesión de dibujos de un mismo objeto, en posiciones ligeramente diferentes, distribuidos en una placa circular. Cuando esa placa se hacía girar frente a un espejo, se creaba la ilusión de una imagen en movimiento.  Plateau descubrió  que el número de imágenes para lograr una ilusión de movimiento óptima era dieciséis, lo que con posterioridad aplicarían los primeros cineastas usando dieciséis fotogramas por segundo para las primeras películas. La semilla ya estaba plantada.


Años más tarde, en 1834,  el invento anterior evolucionaría hacía el llamado Zoótropo. Creado por William George Horner, constaba de un cilindro o tambor de madera con cortes a través de los cuales el espectador veía una cinta con dibujos que debido al movimiento giratorio del tambor y el fenómeno de persistencia retiniana dan la impresión de movimiento. Fue un juguete muy popular en aquellos años 30 del siglo XIX.  El principio es bastante parecido al usado en el fenaquistiscopio de Plateau, con la ventaja que no se necesitaba ir al frente de un espejo para observar la animación. En el video de abajo podéis ver el efecto que se producía.


Zoótropo



La evolución era ya imparable,  en 1879 aparecería de la mano del fotógrafo Eadweard Muybridge lo que sería el antecesor del cinematógrafo, el zoopraxiscopio. Este aparato proyectaba imágenes situadas en discos de cristal giratorios en una rápida sucesión para dar la impresión de movimiento.  Algunas de las imágenes animadas eran muy complejas, incluyendo múltiples combinaciones de secuencias de movimientos de animales y humanos, como podéis ver en la imagen creada por Muybrigde.



Y el 22 de marzo de 1895 se hizo la luz. De la mano de los hermanos Lumiére y su cinematógrafo, en París, en el Salon Indien del Grand Café del Boulevard des Capucines, se proyectó la "Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon" junto a "Llegada de un tren a la estación de la Ciotat" y  "El desayuno del bebé", e incluía la primera película de ficción: "El regador regado". Puedo imaginarme las caras de asombro de ese privilegiado  público ante lo que estaban viendo sus ojos por primera vez.



Lo que vino después, el bombín de Charlot, los trastazos de Keaton, la palidez de Rodolfo Valentino, la ronca voz de la Garbo, la enigmática mirada de la Dietrich, el guante de Gilda, los contoneos de la Monroe, el baño de la Ekberg en la Fontana de Trevi, los pajarracos de Hitchcok, las orejas del Sr. Spock... eso es ya otra historia. Una de cine por cierto.


Rodrigo Leão - Cinema

Rodrigo Leao es uno de los músicos más carismáticos de Portugal.  En 1982 fundó el grupo Sétima Legiao, pero es en 1985 cuando le llega la fama internacional con la formación Madredeus, creado junto al también músico Pedro Ayres Magalhaes. En 1993 se separá del grupo y emprende su proyecto en solitario, explorando el camino instrumental. En el 2004 publicó “Cinema” considerado uno de sus mejores trabajos y al que pertenece el tema de la entrada.

12 delikados susurros:

Sorokin dijo...

Qué bonito post y qué documentado, Madame Delikat. Las dos imágenes semovientes me han dejado patidifuso.

En el desván de la casa de mi abuela había un zootropo polvoriento, pero a los niños nos encantaba. Y eso que no se puede decir que fuera muy ameno lo que se veía: un caballo saltaba una valla, siempre la misma valla, claro. Pobre caballo, qué aburrimiento. Es algo así como esa música "chill" que siempre repite las mismas frases musicales. Pero era bonito darle a la manivela y ¡oh, prodigio! el caballo bayo saltaba la valla...

Claudia Hernández dijo...

Ah, que entrada tan deliciosa, fantasticos aparatos que desembocaron en la maravilla tecnologíca que permitió desarrollar el cine... la imagen del fenatiquiscopio, de la pareja bailando, es absolutamente hermosa, me encanatarìa guindarla de mi blog permanentemente... ¿de donde la puedo coger?

Saludos
te debo las tildes...

Delikat Essences dijo...

Sr. Sorokin no dije yo que donde el Sorokin no hubiera estado es que no existía... pues ya voy a empezar a pensar también que es inmortal (como el Ricardus de Lost), pardiez jugando con un zootropo¡ :-)

Y mira que es aburrido el chill out ese ... (si no lo decía reventaba).

Delikat Essences dijo...

Muchas gracias Claudia :-), yo lo he hecho copiando la url on line de la imagen en lugar de cargarla desde el pc, pero si la quieres guardar en tu pc hazlo con formato gift.

Gracias a todos por vuestros comentarios en un dia gris.

Sorokin dijo...

No voy a decir donde conocí a Ricardus, ni cómo los dos intentábamos ligarnos a Eloisa mientras el pendejo de Abelardo se la llevó al huerto. Bien estuvo lo que le pasó después... Luego, nuestros caminos se separaron, pero no voy a contar más, sería un "spoiler".

http://tupersonalshopperviajero.blogspot.com/ dijo...

Hola preciosa,
Siempre me da alegría descubrir -y que me descubran- nuevos blog pero si son de sevillan@s uff...
Me ha encantado tu post porque soy muy aficionada al cine y a ese mundillo mágico que le hace de aura. Te pongo el link de un post que subí hace ya un año sobre el cine y la ciudad de Sevilla. Por si te resulta de interés.
Ah. Y yo también te sigo...
bss
;-)

Delikat Essences dijo...

Muchísimas gracias por el link, me ha encantado tu entrada y además muy relacionada con el final de ésta. Maravilloso conocer cosas así de Sevilla :-)

Pepe dijo...

Como siempre me pierdo las mejores... Mira que me dijiste que no me podía perder esta exposición. Mi gran culpa. Por lo menos aqui nos queda tu gran post :-)

Un beso!

Delikat Essences dijo...

Pues sí, pero bueno la sede donde está la colección Nekes no te pilla muy lejillos eh? Yo creo que en dos horitas y media de coche... :-) Eso sí, asegurate de que no esté por ahí pululando de prestado en otros museos.

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